Seguro que alguna vez has sentido curiosidad por saber qué significan tus sueños, ¿verdad?

Hoy vamos a darte algunas claves para que puedas aproximarte al conocimiento de los sueños, pero desde luego te invito a soñar, a querer soñar, y a recordar lo que sueñas, una tarea a veces difícil.

El diario de sueños es algo que recomiendo a las personas que sienten curiosidad por este tema, ya que es una herramienta que te puede permitir conocer cuándo sueñas (y analizar por qué en un momento determinado de tu vida sueñas más), el contenido de los sueños y en qué momento vital se activa ese determinado contenido, y sobretodo (y esto es para nota) saber leer e interpretar tus propios sueños.

Dicho esto, en este post nos vamos a aproximar en primer lugar a las leyes que rigen los sueños. En segundo lugar comentaremos algunos de los posibles significados que tienen los símbolos universales de los sueños. Para todo ello, tomaremos como referencia el libro de Margarita Rojas “Taller de sueños: Cómo mejorar su vida aprendiendo a soñar”.

Las leyes de los sueños:

  1. “En los sueños no rigen los mismos parámetros espacio-temporales que en la vida cotidiana y tridimensional de vigilia”. Es muy probable que hayas soñado alguna vez con volar, que hayas estado en el espacio o que hayas aparecido en cuestión de milésimas de segundo en otros lugares.
  2. “En los sueños no imperan las mismas escalas de valores que tenemos en la vida diurna”. Más de una vez has podido vengarte de alguien de una manera brutal sin que ello signifique que en la vida real seas capaz de hacerlo.
  3. “La mayor parte del contenido onírico es simbólico”. Mientras sueñas se activa el hemisferio derecho del cerebro, el cerebro emocional, relacionado con la creatividad, la intuición, el sentido del humor y los símbolos. Por eso comentaba en líneas anteriores sobre interpretar los sueños, pues sus contenidos normalmente no deben entenderse de manera literal.
  4. “Cuando el sueño es principalmente verbal, reproduce momentos de vigilia especialmente importantes para el soñador”. Pueden hacer referencia a alguna situación que hayas vivido recientemente que te preocupe o sea importante para ti.

Los símbolos universales del sueño, es decir, aquellos que se repiten en todas las culturas, son el agua, la tierra, el fuego y el aire (según Margarita Rojas).

Vamos a dar algunas pinceladas de posibles significados de los sueños en función de que tengan a uno u otro símbolo universal como escenario del sueño. No por ello vamos a pensar que siempre deberán interpretarse los de esta forma, que es una simple aproximación.

El AGUA es el símbolo más versátil pues aparece en distintos estados: sólido, líquido o gaseoso. En líneas generales se relaciona con la vida, los sentimientos, la energía y la salud. Pero estos sueños pueden presentarse de manera muy distinta; puedes soñar con aguas estancadas (que puede significar que no des salida a sentimientos negativos) o con un maravilloso mar en calma (que puede hablar de una gran fuerza interior y sensibilidad).

La tierra, la Madre Tierra, La “Pachamama”, te puede estar hablando de lo maternal, de la seguridad, de la voluntad, de la fertilidad y también de la enfermedad. Puedes soñar con un camino que se abre ante ti, más sencillo de recorrer (el verdor denotaría abundancia de recursos psíquicos y materiales) o tal vez menos (las rocas o dificultades hablarían de conflictos). Tal vez puedes soñar con un terremoto, que pueden simbolizar fuertes crisis afectivas.

El fuego es el elemento menos frecuente en tus sueños. Normalmente se relaciona con las pasiones, la purificación, la iluminación, la ternura, la fiebre o la incontinencia sexual. Por ejemplo, puedes soñar con una luz clara que proviene del fuego, que se relaciona con la iluminación mental, mientras que si sueñas con un fuego arrasador nuestras pasiones, en forma de cólera, celos o posesividad, pueden estar aflorando en ti.

El aire es el elemento que puede intervenir en todos los demás. Por ello, tiene una gran importancia y puede simbolizar las ideas, la imaginación, la espiritualidad (no entendida como religiosa), la comunicación, la energía vital y la libertad. Volar puede ser interpretado como libertad o como una necesidad de liberar tu imaginación. Pero si vuelas bajo, puede relacionarse con el deseo de evadirte de lo rutinario. Si una brisa cálida y suave te acompaña puede denotar armonía y paz.

Y ahora, ¡felices sueños!

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