La alimentación como estrategia terapéutica en la depresión

Cada vez son más las investigaciones científicas que relacionan la alimentación con nuestra salud mental, y no sólo con nuestra salud física. Lo que estas investigaciones muestran es que determinados nutrientes son importantes a la hora de aliviar los síntomas de determinadas enfermedades mentales, en especial la depresión. También ayudan a mejorar la efectividad de algunos medicamentos y a reducir los efectos secundarios de los mismos.

Asimismo, la falta de estos nutrientes en nuestra dieta, puede asociarse con el desarrollo de algunas enfermedades mentales.

En 2005 fue publicado un estudio realizado en el en el McLean Hospital, afiliado a la Universidad de Harvard, en el “Issue of Biological Psychiatry”. Este estudio pudo demostrar que determinados alimentos son más efectivos para tratar la depresión que algunos psicofármacos antidepresivos (exactamente fueron 3 los que se usaron)

Los nutrientes claves de estos alimentos según esta investigación son dos: los ácidos grasos Omega-3 y los alimentos con un alto contenido en Uridine.

Vamos a centrarnos en los Omega-3.

En los últimos años encontramos numerosas publicaciones en torno a la idea de que un aporte complementario de ácidos grasos Omega-3 puede constituir una estrategia terapéutica para los denominados trastornos del estado de ánimo (depresión, trastorno bipolar, etc.)

El ácido graso Omega-3, además de poseer propiedades anticoagulantes, participa en la formación de hormonas, y por tanto es fundamental para un funcionamiento inmunológico adecuado.

¿Dónde los podemos encontrar? Una de las fuentes más ricas es el pescado azul (salmón, atún, sardinas, caballa…), pero también lo tenemos en las nueces.

 

Ya que estamos con consejos para alimentar adecuadamente nuestra mente, nuestra siguiente recomendación es comer alimentos ricos en triptófano, que es un aminoácido componente de las proteínas. El triptófano es el precursor de un neurotransmisor, la serotonina, que se relaciona íntimamente con el estado anímico y el sueño.

¿Dónde lo encontramos? En los huevos, lácteos, carnes magras, legumbres, frutos secos y frutas como el plátano, la piña o el aguacate.

Y ahora, a alimentar correctamente nuestra mente.