El insomnio es un tipo de trastorno del sueño, una disomnia para ser más exactos, que se estima  padece un tercio de la población mundial.

Por definición, el insomnio es una dificultad para conciliar o mantener el sueño y lo podemos clasificar en 2 tipos:

  • El primero sería el insomnio de conciliación que es aquel en el que la persona tarda en dormirse (sobrepasar los 30 minutos en la cama sin llegar a dormirse)
  • El segundo sería el insomnio de mantenimiento que es aquel en el que la persona se duerme fácilmente pero se despierta una o varias veces a lo largo de la noche y no consigue tener un sueño reparador.

Puede sucedernos que suframos un insomnio transitorio (entre 2 y 20 días) que pueda deberse a factores circunstanciales que nos tengan inquietos. Lo normal es que una vez se hayan resuelto esas situaciones ansiógenas recuperemos nuestro sueño. También podemos sufrir de insomnio crónico (meses e incluso años). Obviamente estos son  casos más graves que requieren de tratamiento.

¿Cuáles pueden ser las causas del insomnio?

  1. CAUSAS INTRÍNSECAS: de origen físico o psíquico, es decir, es nuestro propio cuerpo el que lo genera. Algunos ejemplos serían: dolores, fiebre, síndrome de piernas inquietas, ansiedad, depresión, enfermedades endocrinas, enfermedades cardíacas, enfermedades respiratorias, úlceras, y un largo etc.
  2. CAUSAS EXTRÍNSECAS: estas pueden estar relacionadas con una Higiene del Sueño deficiente (ver el post “CONSEJOS PARA DORMIR BIEN”) Pueden producirlo factores ambientales (ruido, excesivo frío o calor, etc.), el uso de fármacos como los corticoides y antihipertensivos, o el uso de drogas.

Como dijo Schopenhauer  “el dormir es para todo el cuerpo humano  lo mismo  que es para un reloj darle cuerda”

No dejes que el reloj se pare. ¡Pide ayuda a un médico o psicólogo!