Cuándo aparecen las pesadillas infantiles

Lo cierto es que no sabemos a partir de qué edad exactamente empezamos a soñar, pero si es frecuente que los niños en etapas preescolares ya pueden soñar tanto cosas agradables como desagradables. Es bastante habitual que esto suceda y debemos entenderlo como algo normal y que, si les ayudamos a gestionarlo bien, puede ser una buena manera de ir enseñando a los niños a enfrentarse a sus miedos.

Las pesadillas ocurren durante el sueño REM (Rapid Eye Movement), una etapa del sueño en la que nuestro cerebro está trabajando intensamente y que recibe su nombre ya que los ojos se mueven muy rápidamente bajo los párpados mientras estamos en él.

Los niños más pequeños, al despertar, pueden sentir que la pesadilla es real pero a medida que crecen irán entendiendo que no lo es y esto los ayudará a calmarse.

Qué provoca las pesadillas en los niños

Existen diversas hipótesis sobre los motivos que las provocan. Uno de ellos es que las pesadillas preparen a los niños a vivir situaciones que les preocupen o inquieten en su vida real. Al haber vivido situaciones desagradables y que les generan miedo en los sueños, se les supone un aprendizaje en sueños que podrán usar para su vida real.

Otra hipótesis, que podemos confirmar a través de nuestra experiencia clínica, es que las pesadillas suceden cuando los niños están atravesando situaciones que les generan angustia o estrés (separación de los padres, un cambio de residencia o cole, una pérdida, una mala experiencia con los amigos, etc.)

Cómo ayudar a los niños a dormir bien y a descansar

Hay algunas consignas básicas que nos pueden ayudar a conseguir que los niños vean el dormir como algo agradable y seguro.

  1. Tener un horario regular para levantarse e irse a la cama. Se puede cambiar cuando llegue el fin de semana, pero siempre se intentará mantener.
  2. Tener una rutina para antes de acostarse. Un buen ejemplo sería baño, cena, cuento y dormir.
  3. Hacer de su habitación un lugar acogedor, seguro, suyo. Donde las condiciones ambientales sean adecuadas para su descanso.
  4. Evitar estímulos negativos antes de dormir (imágenes o sonidos desagradables antes de dormir, cuentos que les inquieten, etc.)

Qué hacer cuando tu hijo tiene una pesadilla

  1. Tranquilízale. Esta es parte fundamental. Cuando te llame desde su cama, deberás tratar de hacer que vuelva a sentirse seguro, y no hay mejor manera que estando tranquilos y dando sensación de control y protección.
  2. Escúchalo. Es positivo que el niño pueda expresar sus emociones y sensaciones de miedo con nosotros. Debemos escuchar y atender a cada detalle de su relato. El simple hecho de compartirlo ya va a ser beneficioso para él de manera que se sentirá capaz de contar sus miedos y temores generando mucha confianza entre vosotros.
  3. Explícale lo que ha pasado.Puedes explicarle qué es una pesadilla, obviamente con un lenguaje y contenido adaptado a la edad del niño. Se debe enfatizar en que no es algo real aunque pueda parecerlo y en que no va a suceder nada malo.
  4. Utiliza tus poderes especiales. Eres su madre o padre y es bastante probable que seas para tu hijo ese ser omnipotente que puede actuar frente a cualquier malvado monstruo o fantasma. Utiliza tus poderes, sean cuales sean. Saca tu lado creativo inventando escudos transparentes, murallas de muñecos soldado o tu hiperfuerza. También puedes preguntarle si él podría utilizar algún otro método para protegerse.
  5. Deja una luz encendida.Es muy habitual que los niños te soliciten dejar una luz encendida. Les ayuda a sentirse más seguros. Si además nos piden mirar debajo de la cama, detrás de las puertas o dentro de los armarios podemos hacerlo.
  6. Ayúdale a dormir de nuevo. Quédate con el niño si te lo solicita hasta que vuelva a conciliar el sueño. Para que esto ocurra puedes contarle algún cuento que le guste o hablar sobre recuerdos positivos o cosas agradables que hayan pasado durante el día.

 

Para todos los psicólogos infantiles es fundamental explorar y conocer cómo duermen los niños ya que si no concilian bien el sueño, si se despiertan durante la noche o tienen pesadillas con frecuencia que impidan un descanso reparador, podremos ver en ellos consecuencias negativas como son nerviosismo, agitación, hiperactividad, irritabilidad y/o falta de atención.

Lo cierto es que no está en nuestras manos evitar que tengan pesadillas, pero si podemos ayudarles a superarlas desde el cariño y la seguridad.