Estos son algunos de los atributos que los psicólogos sanitarios o psicoterapeutas debemos tener. Con algunos se nace y con otros no. En cualquiera de los casos se pueden aprender o entrenar con el paso del tiempo.

  1. Un psicoterapeuta no juzga.

Cuando un paciente se abre a ti para relatar sus problemas no debemos juzgarlos, sino tratar de sumergirnos en su persona para entenderlos desde su punto de vista pero también desde el nuestro. Podemos tener una opinión distinta de la suya en muchos aspectos, pero esto no quiere decir que tengamos que imponerla. Si así fuera, me temo que hablaríamos de un profesional como mínimo, poco flexible…

La crítica al paciente no debe formar parte de nuestro repertorio de herramientas, pues puede ser profundamente destructiva y hacer que el paciente desconfíe o se sienta traicionado por el psicólogo.

  1. Un psicoterapeuta es paciente.

Los tiempos en una terapia psicológica son importantes. Cuando hacemos la planificación de la intervención  en terapia marcamos unos objetivos a corto, medio y largo plazo en caso necesario. Querer hacer el proceso más rápido o dejarse llevar por los impulsos e intervenir cuando un paciente no está preparado para asimilar esa intervención podría marcar el fracaso de la psicoterapia.

Así que mantener el orden en los objetivos y no ir más deprisa es siempre un buen pronóstico de éxito.

  1. Un psicoterapeuta es accesible.

El psicólogo debe ser una persona con la que sentirse cómodo y a gusto. Esto ayuda a que el paciente pueda abrirse con mayor tranquilidad al exponer sus problemas y preocupaciones. Este punto es muy importante, tanto que, para ser sincera, si no te sientes así con tu psicólogo tal vez debas cambiar.

  1. Un psicoterapeuta sabe escuchar y comunicar.

Un cirujano se vale de sus instrumentos para operar y el mecánico de sus herramientas. Los psicoterapeutas nos valemos de la palabra, nuestro oído (oído terapéutico) y nuestros silencios para comprender y ayudar al otro.

Y ya que hablo de los silencios, siento que es fundamental para un buen psicólogo saber manejarlos, estar cómodo ante ellos y saber interpretarlos.

  1. Un psicoterapeuta es auténtico.

La RAE define auténtico como “Consecuente consigo mismo, que se muestra tal y como es”. Es importante que un psicólogo no cambie su forma de ser ante un paciente. Naturalmente tendrá que tener clara la relación profesional psicólogo-paciente que quiere tener, pero eso no excluye la posibilidad de ser natural y actuar en consonancia con la personalidad de uno mismo.

  1. Un psicoterapeuta cultiva la autoconsciencia y se trabaja personalmente.

En nuestro trabajo es necesario conocerse bien; conocer nuestras fortalezas y debilidades para saber potenciar nuestros recursos y saber manejar las flaquezas. En esto en concreto, es recomendable no empezar una terapia psicológica si sientes que tú no eres el profesional más adecuado para esa persona. Así que un buen psicólogo conoce sus limitaciones y sabe cuándo derivar a una persona a otro profesional.

  1. Un psicoterapeuta es honesto y siempre prima la ética en su trabajo.

El psicólogo debe conocer y entender  los principios éticos que rigen el ejercicio de su profesión.

La responsabilidad del profesional le obliga a respetar la dignidad de sus pacientes y preservar y proteger sus derechos. Una de las obligaciones del psicólogo es mantener la confidencialidad de todo lo relatado por el paciente en las sesiones así como todos sus datos personales recogidas en las sesiones.

  1. Un psicoterapeuta está en constante formación.

En la psicología clínica y psicología sanitaria siempre aparecen nuevas técnicas y recursos, hay modelos que no conoces en los que deseas profundizar… Lo que hace de esta profesión una actividad en la que es necesario estar en constante actualización para poder ofrecer los mejores servicios a tus pacientes.

 

Gracias por leernos, buen día y te esperamos en nuestra clínica de psicología en Madrid.