La logopedia es la disciplina sanitaria y educativa cuya función es detectar, identificar, evaluar y proporcionar un tratamiento e intervención del habla, voz, lenguaje, comunicación y trastornos relacionados.

En el momento en el que los niños deben comenzar a hablar hay que estar atentos y observar que evolucionan sin dificultad, sabiendo siempre que los ritmos madurativos de aprendizaje pueden variar de un niño a otro. Si detectamos algún tipo de anomalía es el momento de observar de manera sistemática, consultar con un especialista e intervenir en caso necesario.

Un trastorno muy común que suele observarse desde el colegio es la Dislalia, que es un trastorno en la articulación de los fonemas en el que se observa la incapacidad para pronunciar correctamente uno o varios de ellos, tanto aislados como en grupo, dando lugar, en algunos casos, a un lenguaje ininteligible.

Su elevada frecuencia en los niños se debe tratar a tiempo y si se hace así suelen tener pronósticos favorables.

Pues bien, hablemos de la dislalia.

Según su origen la dislalia se clasifica en:

  1. Dislalia evolutiva: Se produce en la fase de desarrollo del lenguaje infantil. En este caso el niño no es capaz de repetir los sonidos imitando las palabras que escucha. Se produce una articulación defectuosa en uno o varios fonemas o sonidos.

Al ser el fonema el resultado final de diversas acciones simultáneas como la respiración, la fonación y la articulación se puede decir que en un elevado número de casos la Dislalia está originada por varias causas que se apoyan unas en otras. Por ello el tratamiento debe ser pluridimensional o integral, siendo la logopedia el eje central del mismo.

En una evolución madurativa normal puede suceder esto pero se irá superando. Pero si persisten estas dificultades más allá de los 4 o 5 años, puede considerarse como un trastorno y deberá tratarse por un logopeda. Familia, amigos y educadores en general deben abstenerse de hablar como el niño y reforzar así la dificultad que presenta para impedir que se afiance y se mantenga en el tiempo.

  1. Dislalia funcional: Su sintomatología aparece en forma de omisiones de fonemas, sustitución y/o deformación de los mismos siendo los más comunes la /r/, /k/, /l/, /s/,y la unión de /ch/ y /ll/

La dislalia funcional nunca es producida por una lesión del sistema nervioso central sino por una inmadurez importante que impide el funcionamiento adecuado de los órganos que intervienen en la articulación del lenguaje.

Las causas más frecuentes determinantes de la dislalia funcional ordenadas de mayor a menor frecuencia son:

Escasa habilidad motora

Dificultades en la percepción espacio-tiempo

Falta de comprensión o discriminación auditiva.

Factores psicológicos

Factores socio-ambientales

Factores socio-ambientales

Factores hereditarios

Deficiencia intelectual

Como consecuencias muy frecuentes que acompañan esta problemática podemos mencionar la excesiva distracción, el desinterés y la desmotivación, la timidez, la agresividad y un rendimiento escolar bajo.

  1. Dislalia audiógena: Un elemento fundamental para el aprendizaje del lenguaje es la percepción auditiva. El niño que no oye nada, no hablará de manera espontánea y el niño que oye con dificultad, hablará defectuosamente. Por tanto, en este caso, la dislalia estará originada por una deficiencia auditiva.

Las alteraciones en la voz y en el ritmo del habla pueden encender la alarma para que se le revise adecuadamente todo el sistema auditivo.

Tanto los aprendizajes escolares como las relaciones socio-afectivas pueden estar alterados en los casos en los que no se ha detectado a tiempo.

  1. Dislalia orgánica: En este caso se hace referencia a los trastornos de la articulación de lenguaje motivados por alteraciones orgánicas que podrán ser denominados como:
  • Disartria: son las alteraciones referidas al sistema nervioso que se producen tanto desde el nacimiento o como consecuencia de enfermedad o accidente posterior produciendo lesión cerebral de diferentes grados de severidad siendo los trastornos de la fonación una «situación secuela» (Perelló, J. «Trastornos del habla») que conllevará la labor terapéutica foniátrica.
  • Disglosia: son las alteraciones de la articulación del lenguaje cuya causa está en las malformaciones congénitas (causa más común) y también pueden ser ocasionadas por parálisis periféricas, traumatismos, trastornos del crecimiento, etc. Según el órgano que afectan podrán clasificarse en linguales, labiales, palatinas, dentales, etc. Una causa de las más comunes es la del labio leporino que deberá repararse con cirugía previa para después ser rehabilitada desde la foniatría en caso de ser necesaria.

Todos estos casos son objeto de diferentes tipos de recuperación y rehabilitación llevados a cabo siempre por un logopeda especializado.

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