Día a día acuden a nuestra consulta personas que se encuentran mal, que padecen síntomas de índole psíquico. Unas veces achacan este malestar a uno o varios hechos en concreto (un proceso de separación, estrés laboral, etc.), otras veces no saben discriminar un motivo que produzca ese malestar.

Desde hace tiempo, en nuestra clínica de psicología de Madrid, venimos introduciendo algunos ejercicios y preguntas en el proceso de evaluación para evaluar posibles situaciones de shock o trauma psicológico, que hayan podido tener una repercusión inconsciente tanto en nuestro organismo como en nuestra mente. Así que en el segundo de los casos que comentaba en líneas anteriores, cuando no sabemos a que achacar el malestar, haciendo esta exploración de situaciones o eventos traumáticos podemos descubrir, o no, que los síntomas que padece la persona en el presente, están enraizados en el pasado.

Conectar los síntomas del presente con algún hecho pasado de tipo traumático nos ayuda a entender el problema, y por tanto, a ponerle remedio. Así que identificar el origen de los síntomas es siempre importante.

La palabras «trauma psicológico» suelen generar cierto temor. La posibilidad de haber estado expuestos a algo traumático, a “estar traumatizados” como se dice vulgarmente, nos produce un intenso miedo. Según la RAE un trauma es un “choque emocional que produce un daño duradero en el inconsciente”. Entendiéndolo de esta forma y haciéndonos la pregunta de si hemos sufrido algún choque emocional, es casi seguro que la respuesta sea afirmativa.

La cuestión es, si está superado o si es algo que llevamos a cuestas sin ser conscientes de ello.

Vamos a intentar hacer las paces con nuestros traumas:

  1. El cuerpo, y por supuesto, la mente, están programados para nuestra supervivencia. En el caso de que haya algo que enturbie nuestro bienestar, ambos nos enviarán señales de alerta para resolver los asuntos inconclusos.
  2. El trauma, como decía, nos ayuda a encontrar un origen y un camino para superar las secuelas que pueda estar originando.
  3. Existen distintos tipos de traumas. Pueden ser desde un insulto a una situación de abuso o negligencia en la infancia. Desde la muerte de un allegado a una situación de acosobullying.
  4. Un porcentaje elevado de las personas que piden nuestros servicios de psicoterapia en Madrid han sido víctimas de pequeños o grandes traumas psicológicos. Podríamos decir, que en población clínica, y bajo un criterio puramente estadístico, es normal.
  5. El trauma por definición es una situación de shock para la que no estamos preparados en ese momento y que nos genera unas intensas emociones negativas que no sabemos manejar en ese momento. Por eso, el recuerdo de estas situaciones queda mal almacenado en nuestra memoria y nos provoca ese malestar. Pero hemos de entender y permitirnos no estar preparados para todo.

Estos choques emocionales los sufrimos a lo largo de nuestras vidas en numerosas ocasiones. Unos son resueltos con éxito y otros no. Por tanto, a veces necesitaremos de ayuda externa y profesional para localizar el inicio del malestar y poder por tanto resolver el conflicto interno y latente en nosotros.

La terapia enfocada en el trauma puede ser muy útil. Hoy en día existen técnicas que nos permiten abordar los traumas psicológicos de manera muy eficaz, como son el EMDR u otras técnicas de integración cerebral.

Si necesitas un psicólogo en Madrid podemos ayudarte. Ponte en contacto con nuestra clínica de psicología en Madrid y te informamos sin compromiso.