La ansiedad, también llamado estrés, es un proceso por el que se ponen en marcha una serie de procesos hormonales, neurológicos y también bioquímicos. El cuerpo nos envía una señal de alerta cuando percibimos, casi a nivel subconsciente, que determinados estímulos ambientales pueden ser estresantes para mantener el equilibrio interno.
El estrés es normal, es importante entender esto. Es más, el hecho de que seamos más o menos propensos a padecer estrés viene determinado genéticamente. Y para seguir haciendo las paces con la estrés os diré que puede ser incluso positivo, sería lo que llamamos eustrés, ya que nos mantiene activos y ¡nos hace sentir vivos!
El problema llega cuando nos ponemos enfermos como consecuencia de un estrés intenso (estrés agudo) o prologado durante mucho tiempo (estrés crónico).
¿Cómo funciona el estrés?
La respuesta del estrés se activa a través de dos sistemas: el Sistema Nervioso (SN) y el Sistema Endocrino (SE)
El Sistema Nervioso Autónomo (SNA), componente del SN y esencial en esta respuesta, está a su vez compuesto por el SNA Simpático y SNA Parasimpático.
El SNA Simpático nos prepara para responder mediante acciones que supongan un alto gasto de energía. Por ejemplo, para luchar o huir de una situación que pueda poner en riesgo nuestra integridad física.
Como curiosidad: ¿Sabíais que compartimos las mismas respuestas a acontecimientos estresantes con todos los mamíferos? Lucha, huída y congelación (Fight, Flight y Freeze)
El SNA Parasimpático proporciona una respuesta opuesta al SNA Simpático y permite que nuestro organismo recupere el estado previo a la aparición del agente estresor. Una de estas respuestas sería la regulación del ritmo cardíaco y respiratorio. El SNA Parasimpático se activa cuando practicamos la técnica de respiración diafragmática y ejercicios de meditación, es decir, participa en las respuestas de relajación del cuerpo.
El funcionamiento del Sistema Endocrino, es realmente complejo y por el momento no nos vamos a meter en ese “charco”, se lo dejamos a los especialistas.
¿Qué nos genera ansiedad?
Las posibles respuestas son muchas: problemas familiares, una separación o divorcio de la pareja, la llegada de la maternidad, problemas familiares, problemas de salud, la jubilación, estar en paro, un accidente de coche, estar de exámenes y un largo etcétera. Que estos motivos u otros sean el origen de nuestra ansiedad y el grado en el que estos nos puedan afectar, dependerá de cómo interpretemos los acontecimientos. Aquellas personas con una mayor resiliencia, positividad y optimismo tenderán a padecer menos estrés que aquellas pesimistas y poco resolutivas.
La ansiedad o el estrés ocupan un alto porcentaje en las consultas que recibimos a diario en nuestra clínica de psicología de Madrid EMDR, y por tanto, estamos habituados a trabajar estos síntomas.
Y digo síntomas, porque el estrés es el resultado de problemas que aparecen en nuestras vidas. Por tanto, ante esto, se nos abren distintas maneras de abordar en la terapia psicológica estos problemas: la primera será reducir el nivel de ansiedad mediante técnicas como la relajación o haciendo uso incluso de fármacos. La segunda será tratando la raíz del problema, la situación que está generando estos síntomas, ya que si resolvemos el problema no habrá síntomas, ¿verdad? La tercera es compatibilizar las dos anteriores.
El estilo de CÍRCULO PSICOLOGÍA es el de ayudar a resolver problemas de una forma proactiva, responsabilizándote del cambio y mejorando tu sensación de autoeficacia y autoestima. Trabajamos de una forma nuclear y estructural, no nos gusta quedarnos en la superficie del conflicto.
Así que si buscas un tratamiento para la ansiedad esta es tu clínica en Madrid, Círculo Psicología.
