En nuestros últimos post venimos hablando de trauma y EMDR. Hoy queremos concretar más sobre qué personas pueden beneficiarse del uso de esta técnica.

En sus inicios el EMDR se usó para tratar a militares americanos excombatientes que fueron diagnosticados de Trastorno por estrés postraumático. A lo largo de los años, y según se ha ido desarrollando toda una teoría sobre el trauma psicológico y sus consecuencias, el campo de aplicación de esta técnica se ha ido desarrollando ampliamente.

Si entendemos que la ansiedad, las fobias, los ataques de pánico, la depresión o los trastornos psicosomáticos entre otros pueden ser algunas de esas consecuencias postraumáticas, podemos concluir que todos estos síntomas pueden ser tratados con EMDR. Y sí, decimos que son síntomas, ya que pueden ser la consecuencia directa del trauma, así como los síntomas de la gripe son dolores en el cuerpo y la cabeza, escalofríos, náuseas, decaimiento y el origen es un virus.

¿Qué puede tratarse con EMDR?

Imaginemos algunos posibles escenarios y casos.

  • Ansiedad o estrés. Pongamos por ejemplo a una persona que lleva en paro mucho tiempo y cuando es llamado a una entrevista de trabajo, su nerviosismo o estrés es tal que se bloquea en la entrevista y no puede realizarla. Después de esto le es muy difícil volver a creer en sí mismo y en que podrá encontrar un buen trabajo.
  • Fobias.
    • A conducir: Imaginemos a alguien que ha tenido un accidente de tráfico hace unos meses. Ha intentado volver a conducir varias veces pero en todas ellas se ha sentido muy mal, extremadamente nervioso, hasta el punto en que ha llegado a evitar conducir, casi incluso a subirse a un coche.
    • Al agua: Un niño que mientras juega en la piscina es empujado hacia al fondo por accidente sin posibilidad de salir a la superficie y prácticamente queda sin aire. Este niño no querrá volver a meterse en ninguna piscina, incluso evitará ser bañado en casa. Agua pasa a significar peligro.
    • A volar en avión: Imagina a alguien que ha vivido un vuelo con terribles turbulencias. Esa persona ha llegado a pensar que moriría en ese avión y se ha despedido mentalmente de sus seres queridos. En el siguiente vuelo, el miedo y el malestar es extremo, así que ni se plantea volver a subir a un avión.
    • Social: Un adolescente que ha sufrido acoso escolar durante los últimos meses. Este chico, cuando va a realizar una presentación en su clase, delante de los compañeros abusadores, sufre un nerviosismo y una agitación muy fuerte. Se bloquea y finalmente le suspenden. Este chico empieza a pensar que no puede estar bien en contextos sociales, por lo que empieza a evitarlos y cada vez se siente más solo y aislado.
  • Ataques de pánico o crisis de angustia. Los casos anteriores del conductor cuando reintenta conducir después de haber sufrido un accidente o el del niño cuando cree ahogarse en la piscina.
  • Depresión. Alguien que no consigue superar una ruptura sentimental. Su estado anímico es muy bajo y ha perdido la motivación y las ganas de hacer todo aquello que antes le agradaba. Además piensa que no podrá volver a tener una relación de pareja positiva nunca más.
  • Trastornos psicosomáticos. Pensad en alguien que sufre constantes dolores de cabeza porque no puede dejar de pensar en algo que le hizo a un amigo y se siente terriblemente culpable.
  • Duelo. Todos nos enfrentamos a la pérdida de seres queridos, y la mayoría de las veces lo afrontamos de manera adecuada. Pero en algunos casos el proceso de elaboración del duelo, la asimilación de la pérdida, se enquista. No logramos superarlo y nuestro malestar se prolonga demasiado en el tiempo.
  • Traumas psicológicos. Bullying, acoso laboral, abusos psicológicos y físicos, accidentes, pérdidas de personas queridas, pérdida del trabajo, separaciones y divorcios, y un larguísimo etcétera.

Es importante aclarar que no puede aplicarse en todos los casos ni a todas las personas. Será siempre el profesional y especialista en EMDR el que decida si es adecuado este tratamiento o no, cuándo y cómo realizarlo.

Por tanto, sólo deben practicar el EMDR aquellas personas formadas en trauma psicológico y emdr, y por supuesto, que se dediquen al ámbito de la salud mental.

Si quieres más información ponte en contacto con nosotros sin compromiso, podemos ayudarte en nuestra clínica de psicología en Madrid.